Las pasturas de alta calidad y verdeos de invierno se caracterizan por tener un alto contenido de proteína bruta, alto contenido de proteína soluble y bajo nivel relativo de azúcares. Esta deficiencia relativa de azúcares solubles afecta las ganancias de peso durante el otoño-invierno. Lo anterior no sólo afecta la eficiencia productiva durante la recría, sino también el peso de terminación y la cantidad de concentrados necesaria para lograr un mismo nivel de terminación durante la etapa de engorde a corral. La suplementación energética con granos de cereales es una herramienta adecuada para corregir estos desbalances. Los mejores resultados productivos y económicos se logran cuando la suplementación energética se limita al 0.8 a 1 % del peso vivo. Consumos más altos pueden generar desde un sub aprovechamiento de la fibra del forraje, hasta problemas de salud, como la acidosis ruminal, en casos más severos. En muchas ocasiones se presentan inconvenientes operativos para racionar diariamente y en cantidades controladas a los animales. Por este motivo desarrollamos junto con la EEA INTA Cuenca del salado un suplemento energético con una combinación de sales minerales que limitan el consumo del suplemento al 0.8% del peso vivo. De esta manera es posible ofrecer el suplemento a voluntad en silos de chapa para autoconsumo sin correr el riesgo que el consumo del suplemento exceda el 0.8 a 1 % del peso vivo.